Pedir ayuda psicológica es la mejor respuesta a muchas de tus dudas. No pedirla, al contrario de lo que se cree comúnmente,  no es signo de fortaleza sino de arrogancia, orgullo o de tener un ego descomunal. Para pedir ayuda hay que tener la humildad de reconocer que no lo sabes todo. Y de que tal vez tu experiencia en un área no es la mejor para solventar un determinado problema. Y que hay personas mejor preparadas que tú para hacerlo y por lo tanto para ayudarte.

La terapia

En la terapia trabajamos básicamente de dos maneras: en problemas concretos que quieras solucionar o en una indagación que te lleve al autoconocimiento. Sin conocerte a ti mismo estás condenado a vivir haciendo lo que otros programaron en tu cabeza para ti. Y si me preguntas si es posible conocerse a uno mismo sólo por tu cuenta, te diré que probablemente, pero que es muy difícil que eso suceda. Porque la clave es que alguien pueda tener una mirada objetiva sobre ti y tus procesos mentales. Y tú estás demasiado pegado a ti mismo para tener esa objetividad.